Taller de Tapas – Barcelona, España
Esta conocida calle es de clase trabajadora de día y de moda de noche, con atrevidos grafitis como telón de fondo, gritos de vecinos y ruedas de monopatín sobre hormigón como banda sonora. Sin embargo, algo que une a los contrastados habitantes de la parte alta del Raval es el consenso de que los kebabs son deliciosos y que los mejores son los de Bismillah Kebabish, un restaurante turco y pakistaní cien por cien halal que lleva más de una década cosechando éxitos.
Si alguna vez ha utilizado un horno tandoor, sabrá que está caliente. Muy caliente. Casi 500ºC. Y para cocinar el pan plano (naan), el hábil cocinero del tandoor utiliza sus manos (con la ayuda de una almohadilla de tela llamada gaddi) para pegar la masa a la pared interior del horno vertical de arcilla, creando discos de pan plano deliciosamente gomosos y crujientes (y probablemente quemándose lo que le queda de pelo en el brazo en el proceso). El naan se saca del horno tandoor con un gancho largo y se envía a la línea; el sabroso vehículo para uno de los cientos de shawarmas que se venden una tarde cualquiera. El plato incluye lechuga, col, cebolla, pepino y salsa de yogur, y el condimento picante de chile es muy recomendable.
El mejor kebab de Praga
Si, paseando por el Barrio Gótico, o después del “agotador” día en la playa, quería cerrar un bocadillo y gastar una cantidad mínima de tiempo y dinero, echa un vistazo a los invitados a cocinar de Damasco. Así se llama este antiguo libro de cocina y cafés sirios, escrito por su propietario.
Procedente de una familia de restauradores, Salem se trasladó a Barcelona en 1980, en la parte alta del Raval, a la cuarta generación para continuar el negocio familiar. En su restaurante Cocinero de Damasco sirve uno de los mejores kebabs y falafels de Barcelona.
Salem cada mañana compra personalmente los ingredientes para sus comidas, prepara falafel de garbanzos crudos, salsa dulce de yogur y tahini, lonchas finamente cortadas de cordero, pavo o ternera, y los pone en una torta de pan de pita sobre un lecho de cebolla, perejil, tomate y pepinillos. Si lo prefieres, también puedes añadir salsa picante casera. El kebab o el falafel con hummus cuestan 4,50
El interior de la cafetería está decorado con sencillez, siempre están limpios, son acogedores y con alma de familia, te sientes como un invitado, donde hay que cocinar con cariño y esmero. Aparte de shawarma y falafel sirven dulces tradicionales sirios. De bebidas sólo agua, limonadas y refrescos de diferentes sabores, No se vende alcohol.
DESFILE DE FIESTA en el exterior de este Kebab de Barcelona
Nacido en Damasco en 1945, Kabbaz se muestra sonriente y animado mientras charla con amigos y proveedores y entra y sale de su restaurante en el Barrio Gótico. Un letrero muy pequeño y discreto sobre la puerta señala su local, El Cocinero de Damasco, dedicado a especialidades sirias como shawarma, hummus y falafel. Vecinos y trabajadores del Ayuntamiento acuden para llevar o para comer en las pocas mesas del pequeño local.
Europa se esfuerza hoy por saber cómo lidiar con las decenas de refugiados sirios que llegan en busca de una vida mejor, pero la propia historia migratoria de Kabbaz se remonta a 1980, cuando llegó a Barcelona para abrir un restaurante con sus propios recursos y la experiencia heredada de las tres generaciones de cocineros de su familia. Hace años tenía un local de kebabs cerca de la plaza Real, pero en 2011 abrió el actual, donde elabora el sabroso shawarma que se ha convertido en el favorito de muchos barceloneses.
En la pequeña cocina, detrás del mostrador donde se exponen algunos tipos diferentes de baklava, el equipo de Carles y Carlos prepara y cocina los ingredientes siguiendo las instrucciones de Kabbaz, y las bromas pasan entre ellos en un ambiente relajado pero eficiente. Kabbaz compra los ingredientes frescos todos los días; para acompañar el muslo de pavo o cordero cortado a mano, hay una ensalada de cebollas, tomates y pepinos, salsa de tahini y quizá un toque de canela. Todo se enrolla en un fino pan plano. Es sencillo, honesto y bueno.
¿Cuánto cuesta Barcelona?
Barcelona es una de las ciudades más animadas de Europa. La apertura al mar, desde los Juegos Olímpicos, no ha hecho más que dar esplendor a esta ciudad ya de por sí hermosa, con su suave clima mediterráneo, su arquitectura única y su gran estilo de vida.
Habrá cajeros automáticos en el CCIB o en el centro comercial cercano y por toda la ciudad de Barcelona. En el aeropuerto y en la estación central, así como a lo largo de las calles principales, encontrará también oficinas de cambio de moneda.
Aunque Barcelona (como el resto de España) es básicamente católica, todas las religiones están permitidas y son practicadas por muchos ciudadanos. Póngase en contacto con el conserje de su hotel para conocer los horarios de los oficios religiosos o las iglesias cercanas.
Barcelona disfruta de un clima mediterráneo, con inviernos cortos y frescos y veranos calurosos. La ubicación de la ciudad junto al mar aumenta el nivel de humedad. Generalmente, llueve con más intensidad durante la primavera y el otoño. En septiembre y octubre son muy frecuentes las tormentas.
Cuando pague sus compras con tarjeta de crédito, le pedirán que muestre un documento de identidad. Lleve siempre consigo su carné de identidad o pasaporte; de lo contrario, es posible que se nieguen a aceptar su tarjeta de crédito como forma de pago.